malascostumbres

Contar sobre mis malas costumbres: cine, literatura, arte, gastronomía, viajes, diferencias culturales, el idioma español en otros países.

miércoles, febrero 16, 2005

Berlineando 3

Una muy buena amiga en su comentario pregunta si intervine en la rueda de prensa de Keanu. La respuesta es NO y aquì va mi comentario en cuanto al comportamiento de los periodistas en dichas ocasiones.
No sé cuál es el empeño de la prensa internacional en comenzar siempre una pregunta con un “tú eres mi actor favorito...” Acaso eso le importa a un Kevin Spacey con cara de ladillado y ganas de irse para su casa en lugar de estar escuchando semejantes comentarios. A propósito de esto, en San Sebastián pasó algo parecido pero más penoso aún: una periodista (¿?) le dijo a Annette Bening: “Mi película preferida es American Beauty, pude decir algo al respecto?” La cara de la Bening fue todo un poema, en ella se leyò algo asì como: "al respecto de que te gusta o de la película...?"
Otra variante es la del “sentimiento nacional”, un mal que le afecta sobre todo a los periodistas procedentes de cualquier país africano, por ejemplo, y que empiezan TODAS las preguntas con un comentario de cultura nacional que no viene al caso. Luego están los que hacen preguntas específicas para su programa también específico, es como tener un espacio de animales y preguntases: "a ver Sr. Quaid usted tiene mascotas? Por qué tiene un perro y no un gato?" O peor son esos programas como "Caiga quien caiga" que mandan a un pendejo a hacer comentarios tontísimos. En fin...
Entre toda esa fauna internacional, tal vez los que más me sacan de mis casillas sean aquellos que hacen una pregunta sin haber hecho antes una investigación. Kevin Spacey fue víctima de uno de estos, y aunque se le notó enseguida un “qué lata!”, respiró muy profundamente y echó un cuento que se supone todo el mundo debería saberlo. A veces cuando veo a esa gente – altamente, medio y casi famosos- me da hasta lástima porque se tienen que armar de paciencia para responder a todas esa preguntas que les hacen por ene vez. Claro, existen otros como el antipático director alemán Win Wenders que no se la piensa dos veces para decir “qué pregunta tan imbécil!”.